martes, 17 de mayo de 2016

Mereces ser noticia abuela

85 años. No se dicen fácil, ni tan poco los han sido para ti. A tus 11 años dejaste el colegio para dedicar tu vida a tus hermanos, para ayudar en casa y salir adelante a pesar de no tener una calidad de vida magnífica. No sé si habrá sido esa la razón por la cual sigas dedicando tu vida a los demás, quitándote de ti para ofrecer a cualquier persona que se cruce por tu vida. Es por eso que mereces ser noticia abuela, por eso y por mil millones de cosas que hacen mejor mi vida día a día.

Recuerdo perfectamente las mañanas de verano que pasaba contigo, junto al sol de junio, cuando yo, orgullosa, aprendí a coser botones y me creía la mejor modista al igual que artista, cuando la única artista de este escrito eres tú. Tú, que has cosido más de dos y de tres vestidos y entre ellos uno muy especial, que fue el de mi primera comunión. ¡Qué felicidad la mía cuando decía que el vestido me lo había hecho mi abuela! (Y vaya sonrisa la tuya, cuando me lo viste puesto la primera vez)

Si la llegada del fin de semana ya me alegra, no te imaginas lo que me alegro cuando sé que el sábado al mediodía no me van a faltar esas croquetas que son magia, esa lasaña que te sale irresistible o aquel bizcocho en el que pones todas y cada una de tus ganas. Ese bizcocho que nos ha salvado varios “hamaiketakos”, varios desayunos y varias tartas de cumpleaños.

Tu nombre, Mª Dolores, no te hace justicia, bueno o tal vez un poco sí. Eres capaz de calmar todos los dolores, y cuando digo todos, son todos. Tu calma, tu paciencia y tu capacidad de hacer cremas que sirven para cualquier herida que tengas y lo curan todo, son el mayor invento que haya podido hacer cualquiera en esta vida. Y tenías que ser tú, de nuevo, están a la vista tus huellas de artista.

Y es que no solo cuidas de tu familia, también tienes tiempo para visitar a tus amigas. Me encanta la cara de arrepentida que pones cuando dices que has ido a merendar con ellas y te has comido un chocolate con churros o un café con leche con un mogollón de galletas.


Hoy me toca a mí hacer por ti, aunque sea escribiéndote estas palabras (que tendría mil más por añadir), aun sabiendo que probablemente jamás las leas. Te quiero amona, te quiero y lo haré por siempre.

1 comentario: