Merecen ser noticia

Sixto Rodriguez, conocido como Rodríguez es un ex-músico y compositor estadounidense. En la actualidad, es un personaje conocido gracias al documental estrenado en el 2012, llamado Searching for Sugar Man. Ganador de un oscar.

  Rodríguez nació en Detroit, MI. En una familia de origen Mexicano. Y le llamaron Sixto, por tratarse del sexto hijo de familia. A lo largo de su vida, ha habitado en 40 pisos diferentes en Detroit, dada su precaria situación económica.

  En el año 1970, Rodríguez decidió grabar dos álbumes musicales. Pero debido a que vendió unos 6 discos aproximádamente, renunció a su corta carrera como músico.

  En 1997, su hija Eva encontró un sitio web dedicado a su obra. Fue entonces cuando los Rodríguez supieron que Sixto se había convertido en una super-estrella musical durante el Apartheid en Sudáfrica. En este país, sus álbumes superaron en ventas a los de celebridades como Elvis Presley y los Rolling Stones, por muy increíble que pueda parecer. Además, durante todos esos años, al otro lado del atlántico se extendió el rumor de que el cantante se había suicidado en un concierto tras grabar su último disco.

  La mayor parte de sus canciones defendían e impulsaban a la clase obrera, y la gran calidad de su música hizo que su último trabajo se convirtiera en Disco de Platino sin su conocimiento. En ese mismo año hizo su primera gira Sudafricana. Por un tiempo, pasó de ser una persona cotidiana que vivía bajo el umbral de la pobreza, a ser una estrella que llenó un recinto con 40.000 expectadores que no podían creer que seguía vivo. Esto último lo hizo en cuatro ocasiones consecutivas.

  Rodríguez donó todo el dinero que recaudó en los pocos conciertos que hizo fuera de su país natal. Y no debería pasar por alto que él mismo reconoció que ganó unos 700,000$ en Sudáfrica. De hecho, desde que su familia consiguió instalarse en una vivienda fija, el cantante no ha cambiado de casa y sigue sin tener coche, ni tele, ni ordenador. (Su hija le obligó a comprarse un móvil por razones de seguridad)

  Me resulta absolutamente increíble el hecho de que Rodríguez, el cual tiene 73 años a día de hoy, decidiera continuar con su vida normal y con su trabajo (albañil) después de haber sido reconocido por el mundo y de que “agradeciera a la gente que le admiraba” en Sudáfrica (mediante conciertos) según sus palabras.

  Aunque no recibió ni un centavo de los millones de discos que se vendieron sin que él lo supiera, no cabe lugar a dudas de que 27 años después de publicar sus discos, tuvo la irresistible oportunidad de ganar muchísimo dinero y fama. De todos modos, el documental en el que participó como actor (contando sus experiencias) inevitablemente hizo que su popularidad creciera y que textos como este sean posibles. Sin embargo, no asistió a la ceremonia de entrega del Oscar “porque no quería hacer sombra al logro de los cineastas”.

  Sixto Rodríguez no solo debería ser admirado por su música, sino que también por su filosofía de vida y su gran humildad. Según desvela su hija, lo han solido llamar Amish en alguna ocasión con tono bromista. Se ha convertido en un fenómeno global y aún así, comparte unos principios que son un verdadero modelo a seguir para nuestra sociedad. Este hombre ha utilizado su talento para compartir sus ideas con millones de personas, en vez de utilizarlo para el éxito propio y el reconocimiento.

  Es por eso que considero que Sixto Rodríguez merece ser noticia.